El concurso para el solar de Park Avenue se anunció con un libro diseñado de manera especial, enviando un claro mensaje sobre cómo veía Levinson el proyecto. Para su sorpresa, Norman Foster respondió presentando su propuesta en forma de libro, abriendo así el diálogo. Levinson quedó igualmente impresionado por la «fascinante» presentación de Norman Foster en su oficina; “la forma en que articula su visión es extremadamente significativa», observa Levinson.  


La idea clave del proyecto era crear un edificio fresco y original, pero también respetuoso con el paisaje urbano de Park Avenue. Ver la forma en que Norman Foster abordó este problema le aseguró a Levinson el éxito en la resolución de estas presiones potencialmente conflictivas. El diseño resultante es, para Levinson, «magnífico» al cumplir este objetivo primordial.


El proceso no fue sencillo. Como recuerda Levinson, las normas de zonificación tuvieron graves consecuencias para la altura del edificio. En comparación con la anterior estructura del lugar, su sustitución perdería un veinticinco por ciento de su tamaño. En un movimiento «extraordinariamente complejo», se conservaron partes del antiguo edificio durante la construcción. Mientras trabajaba con Foster, Levinson destacó su concentración y atención al detalle, y su facilidad para resolver problemas a través de bocetos