La nueva sede de ITN reflejó grandes cambios en la escena arquitectónica, con proyectos cada vez más controlados por clientes comerciales. Aunque ahora se acepta como la norma, Brooker recuerda la hostilidad generalizada hacia la arquitectura contemporánea en el Reino Unido en ese momento. En cierto sentido, el proyecto ITN simboliza una solución contemporánea increíblemente exitosa que ha resistido el paso del tiempo.

Spaceport America, construido en el árido desierto de Nuevo México, adoptó el concepto de conectividad de Norman Foster y combinó tres bóvedas de hangares en una única forma unificada. Llevado al corazón del edificio, los visitantes podían sentirse cerca de los motores, imitando la emocionante experiencia de los astronautas que abandonan la atmósfera de la tierra. En contraste con el entorno que lo rodea, el edificio se erige como un tipo de expresión absolutamente claro que brinda el más alto nivel de examen en un proyecto.

Brooker concluye con el consejo de nunca tomar la ruta más corta; el secreto es identificarlo y evitar complacientemente seguirlo. El trabajo de un arquitecto se define como un proceso de examen constante, sin ningún temor al cambio o al diseño, empujando los límites para desafiarse a sí mismo.