El «maravilloso plan» de Norman Foster para la ampliación de la National Gallery, Londres, proporcionó la ocasión para el primer encuentro oficial de los dos hombres. Aunque no se realizó, la subsiguiente peatonalización de Trafalgar Square fue coordinada magistralmente por Norman Foster, lo que resultó en una hermosa solución para un espacio público icónico aunque previamente congestionado.

Sobre la concesión del Pritzker Architecture Prize a Norman Foster en 1999, Lord Rothschild recuerda que «se lo merecía sin duda», y analiza las importantes contribuciones de Norman Foster al tejido urbano de la capital del Reino Unido.

Trabajando en conjunto con la Norman Foster Foundation, Lord Rothschild analiza dos proyectos relacionados para reconstruir el Waddesdon Estate. Uno reemplaza un invernadero demolido y aborda el futuro de la agricultura; el otro es una ‘intrusión moderna’ en el patio de un bloque de establos existente.

Este último sirve «para mostrar lo antiguo y lo nuevo juntos» y ofrece «un desafío muy emocionante» en términos de diseño. Lord Rothschild señala que, si bien tienen en cuenta las cuestiones de conservación, tales intervenciones «se suman al espíritu y la creatividad del mundo actual», y que el ejemplo de Norman Foster ha influido profundamente en este enfoque optimista.