Como parte del equipo de publicaciones interno, Jenkins fue testigo del rápido crecimiento del estudio, algo que, según él, parecía «increíble» en ese momento. El  trabajo sobre una nueva serie que abarcara la carrera de Foster se transformó en un año de experimentación con diferentes materiales, con el fin de alcanzar un diseño que cumpliera el deseo de Norman Foster de una presentación diferente a las publicaciones anteriores.

El resultado fue la aclamada serie de obras en seis volúmenes, publicada por Prestel. Jenkins recuerda la influencia fundamental que el diseñador Otl Aicher tuvo en el estudio y su papel en la producción de una serie anterior dedicada a la obra de Foster. Esto llevó a Jenkins a evaluar constantemente sus propios volúmenes a la luz del ejemplo de Aicher, y este último actuó como «una guía invisible».

Con esta experiencia, Jenkins advierte sobre las tendencias actuales en la publicación de arquitectura. La fotografía puede ser “una zona gris”, sobre todo en lo que respecta al retoque, y deja patente una fuerte desconfianza hacia los renders. El estado actual de la crítica arquitectónica también es motivo de preocupación.

En una nota positiva, Jenkins señala cómo el Sainsbury Center era para él un ideal «puro y encantador», y que estaba «absolutamente cautivado por él». Su arquitecto Jenkins respeta enormemente como «una persona única» cuya carrera se asemeja a «una historia de éxito estadounidense».