Como explica Murray, tales capacidades seguirían siendo fundamentales para el trabajo de Norman Foster, y están hábilmente demostradas por el edificio Willis Faber y Dumas. Junto con «nuevas formas de usar los materiales, de una manera mucho más eficiente», este enfoque finalmente influyó en las prácticas de construcción en todo el mundo y formó la base de «la lengua vernácula de la arquitectura contemporánea».

Lo que colocó a Norman Foster en «la vanguardia» fue la unión de la arquitectura con la construcción y las colaboraciones con ingenieros y fabricantes al inicio de proyectos, como el Hong Kong and Shanghai Bank. Murray señala que esta integración estuvo presente desde los días de Team 4 y que representó un «gran cambio» en el enfoque del diseño.

Sobre la crítica arquitectónica actual, Murray señala cómo los medios digitales han cambiado la naturaleza de la discusión, ya que los renders digitales predominan en detrimento de un debate sostenido. Una creciente desconfianza de tales visualizaciones, frente a una mayor participación de la comunidad en el desarrollo, sugiere a Murray la «necesidad de restaurar una cierta cantidad de confianza», donde la arquitectura se comunica a un foro público creciente.